sábado, 22 de octubre de 2011

¿Por qué es negro el espacio? Paradoja de Olbers


Muchas veces damos por verdaderas ciertas afirmaciones sin ser conscientes de que algunas se contradicen entre sí. Sostenemos como cierto que el universo es infinito y que el cielo nocturno es negro. Si nos paramos a pensar podemos ver que existe cierta contradicción.
Si suponemos que el universo es infinito debe de contener un número infinito de estrellas luminosas, y por tanto el cielo nocturno debería cegarnos con una poderosa luz (ya que estaría cubierto de ellas). Por lo tanto ¿por qué tenemos una visión heterogénea del cielo nocturno?
La primera aparición escrita de la paradoja, de la que se tenga constancia, es de Thomas Digges (1576), siendo más tarde descrita por Johannes Kepler (1610) y Edmund Halley (1721). Estos autores la usaron como argumento para “demostrar” que el universo no podía ser infinito (el cielo nocturno no sería oscuro), siendo que en aquella época se consideraba al universo infinito, estático e inmutable.
Wilhem Olbers, un astrónomo del siglo XIX, intentó descifrar el enigma durante años, hasta el punto de que la pregunta de por qué es negro el cielo nocturno se acabó conociendo como la paradoja de Olbers. Olbers sugirió varias soluciones, aunque al final decidió que la respuesta era que el universo está repleto de partículas opacas que impiden que llegue a la Tierra la luz de las estrellas lejanas. En resumen: existen infinidad de estrellas invisibles, pero veladas por el polvo. Recuperó así la idea “agradable” de un universo infinito y eterno.


Sin embargo, tras la muerte de Olbers, los científicos calcularon que la luz procedente de todos aquellos soles debería calentar lo suficiente cualquier partícula como para que también brillara. Y las cosas volvieron al principio: una paradoja.
Sólo después de que Vesto Slipher, Hubble y otros descubrieran, en la segunda década del siglo XX, que el Universo estaba en expansión, pudo darse una explicación satisfactoria: en la década de 1960, el astrónomo estadounidense Edward Harrison llegó al entendimiento y solución actuales de la paradoja. Según afirma en su libro Darkness at night: A Riddle of the Universe, el firmamento nocturno no está iluminado porque en realidad el Universo y las estrellas no son infinitos. Lo que en realidad resuelve la paradoja es la misma expansión. Si el Universo se expande es que no es infinito. No lo es ni en el espacio ni en el tiempo. La finitud es la clave. 

 (vídeo del American Museum of Natural History)
              La paradoja de Olbers esconde una pregunta mayor: ¿es el Universo finito o infinito?
   Este video muestra hasta donde llega nuestro conocimiento de las dimensiones del Universo

Además, sabemos que la luz puede tardar millones de años en viajar desde las estrellas más lejanas hasta la Tierra, de manera que cuando observamos el espacio, estamos mirando atrás en el tiempo. Ya en el siglo XIX Edgar Allan Poe escribió: “en la oscuridad del espacio vemos la nada que existía antes de que nacieran las estrellas” Y según Harrison, el poema de Poe era básicamente correcto “A través de los huecos entre las estrellas –dijo él- miramos hacia atrás, hasta los orígenes del Universo”

Laura Rubio 1ºC

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