viernes, 18 de noviembre de 2011

Nanotecnología aplicada a la restauración

Recientemente se han descubierto aplicaciones prácticas de la nanotecnología en la conservación y restauración de la herencia cultural a nivel mundial. El grupo de investigación del CSGI (traducido del italiano: consorcio interuniversitario para el desarrollo de sistemas de gran interfase) de la Universidad de Florencia, fundado por el Profesor Enzo Ferroni y dirigido actualmente por Piero Baglioni, ha sido la primera institución académica en aplicar un riguroso enfoque científico a una investigación con este fin.
El objetivo es del CSGI es restaurar trabajos artísticos como por ejemplo, pinturas que hayan sido opacadas por años de acumulación de polvo, frescos cuya pintura se desprende y papeles que hayan sufrido de acidificación.
Imagen obtenida de
http://www.nanowerk.com/ 
Para restaurarlos se utilizan microemulsiones a partir de nanopartículas, las  cuales presentan ventajas sobre los métodos tradicionales de restauración (que suelen incluir solventes orgánicos): la acción de limpieza es más sutil y el impacto ambiental es menor.
“Estos innovadores sistemas son muy atractivos por la poca cantidad de solvente orgánico y el muy eficiente procedimiento de limpieza sobre las frágiles superficies pintadas” dice Piero Bagloni.
Por ejemplo, ya se han utilizado nanopartículas de carbonato e hidróxido de magnesio y calcio para restaurar y proteger pinturas murales, como las de los mayas en México, u obras maestras italianas del siglo XV. Las aplicaciones de nanopartículas se utilizaron también para restaurar antiguos documentos de papel, en los que las tintas ácidas habían roto las fibras de celulosa, y para tratar maderas ácidas de un naufragio de 400 años de antigüedad.
En su visita a México para restaurar un importante mural (el mural de los Bebedores), Piero Baglioni dijo: "Los resultados son satisfactorios en las áreas del mural donde se aplicó este tratamiento, porque los pigmentos han quedado fijos en el muro y no hay riesgo de que se desprendan, a diferencia de otras aún no tratadas", indicó Baglioni.
"Estas partículas extremadamente pequeñas son de hidróxido de calcio y son estructuras de forma hexagonal que penetran con facilidad en la superficie pictórica", explicó.

"Por reacción química comienzan a interactuar entre ellas hasta formar algo así como una red microscópica en la que "pescan" o "capturan" los pigmentos que corren riesgo de desprenderse, la cual con el paso del tiempo se cristaliza y estabiliza la pintura mural", explicó.
Ese es el método empleado con los murales, donde lo que se pretende es consolidar la pintura, pero las nanopartículas usadas y las emulsiones que se hacen a partir de ellas varían, ya que cada electo artístico requiere soluciones diferentes.

Laura Rubio 1º C

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